LOS INICIOS DEL TEATRO
La
Historia del teatro estudia la evolución del
arte dramático a través del tiempo. El concepto del
teatro es muy amplio: cualquier grupo de personas que desarrolla un
espectáculo en un tiempo y espacio determinado forman un espectáculo teatral. El teatro tiene una base
literaria, un guion o argumento escrito por un
dramaturgo. Pero ese texto dramático requiere una puesta en acción, para la cual es imprescindible la
interpretación por medio de
actores o personajes que desarrollen la acción, así como elementos como la
escenografía y
decorados, la
iluminación, el
maquillaje, el
vestuario, etc. Ciertos espectáculos pueden ser igualmente sin texto, como en el caso de la
mímica y la
pantomima, donde destaca la expresión gestual. Por otro lado, un elemento indispensable para la comunicación es la presencia de un
público. El teatro tiene una función de socialización de las relaciones humanas, ya que presenta cierto grado de ritualización.
Los orígenes del teatro se encuentran en antiguos
ritos de origen
prehistórico, donde el
ser humano empezó a ser consciente de la importancia de la
comunicación para las relaciones sociales. Ciertas ceremonias
religiosas tenían ya desde su origen cierto componente de escenificación teatral. En los ritos de
caza, el hombre primitivo imitaba a
animales: del
rito se pasó al
mito, del
brujo al
actor. En
África, los ritos religiosos mezclaban el movimiento y la comunicación gestual con la
música y la
danza, y objetos identitarios como las
máscaras, que servían para expresar roles o estados de ánimo.